29 de agosto de 2011

Desde Dinamarca con Ideas para el turismo en Galicia 1ª Parte

¡Bo dia !

He tenido la oportunidad de pasarme unos dias al sur de la península de Jutlandia, en Mommark, cerca de Sonderborg, a orillas del mar Báltico. Dinamarca es un hermoso país del que se dice que sus habitantes son los más felices del planeta. No hablo danés así que no he tenido la oportunidad de intimar con los locales y comprobar este rumor. He ido en plan turista, con mis hijos, mi chica y sus padres a una casita de madera. Y como gallego y dedicado al turismo con Costasur.com desde hace un tiempo me gustaría observar y poner por escrito algunas de mis impresiones con la idea de compartirlas y, quizá, inspirar a actores del sector turístico en Galicia.

Obviamente, no creo que tengamos que comparar estrictamente Galicia con el sur de Dinamarca ni hacer exactamente lo que ellos hacen. Sería muy complejo y hasta quizá absurdo. No creo tampoco que lo hagan mejor ni que tengan más exito. Mi intención es sacar conclusiones y extraer ejemplos de esta pequeña excursión, para, respetando la mentalidad, ideosincrasia, cultura, tradiciones y saber hacer gallego, reflexionar sobre nuestra forma de plantear el desarrollo del turismo en esta tierra.


Una de las primeras cosas que me llamó la atención fue lo bien dispuesto que se encuentra todo sobre el terreno. Hay alguna forma de "estructura" territorial donde cada elemento juega un papel muy concreto desempeñando su función de una forma limpia, ordenada y en relativa sintonía con el entorno inmediato que le rodea. Por ejemplo, el asentamiento de casitas en el que nos encontrabamos esta muy bien integrado en la naturaleza. Los tejados y las fachadas se ven lo justo, encargándose la vegetación, los pinos y abetos de cubrir y esconder el resto. Todas se asientan alredededor de un nucleo bien definido donde se puede respirar un ambiente de tranquilidad, seguridad y comfort. Los materiales que se han elegido para las casas son, seguro, de origen local o regional. Materiales sencillos como el pino. Al mismo tiempo se procura jugar con el terreno de tal manera que las suaves inclinaciones, desniveles o laderas sirven para crear espacios en los que situar una casa, un parque infantil o una arboleda. Desde el asentamiento se baja a la playa por una escalera "natural", hecha a base de tierra y madera, y de nuevo bien integrada por la vegetación autóctona metiendose esta casi en el mar. Las playas de esta parte de Dinamarca son practicamente todas de piedra, cayos. Son playas estrechas y largas con pequeños embarcaderos de madera desde los que poder darse un baño, pescar u otear el mar. Las playas de esta isla danesa no son realmente espectaculares, más bien lo contrario. No obstante, los vecinos en primer lugar y, a continuación, los responsables de turismo de la región las meten en valor de una forma espectacular. Hacen serigrafías y fotografías de todas esas piedras, posters, las clasifican, las miden, cuentan su historia. No son más que piedras pero ellos hacen de ellas algo único. Y esto, meter en valor lo que cada uno de nosotros tenemos es fundamental tanto para el día a día como para cualquier actividad turística. Los franceses tambien lo saben hacer muy bien...(fin 1ª parte)...

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