Es cierto, en la cafetería de la Plaza de Abastos de Santiago de Compostela le pueden preparar a uno las almejas, la centolla, los gambones, el chipiron o lo que se nos antoje y que acabemos de comprar en alguno de los puestos de la plaza. Yo lo he hecho. Por un 10% del importe de la compra se lo preparan y se lo ponen en mesa. Es muy agradable comprar el género fresquito, entregarlo y verlo bien hermoso y excelentemente preparado unos minutos después. El encanto de la Plaza de Abastos de Santiago de Compostela hace el resto: la piedra, los paisanos y paisanas, el público, los estudiantes...Sencillamente se saborea y disfruta mucho más. Claro, el vino hay que pedirlo pero una ocasión como está bien lo merece. Un vino del ribeiro bien frío, un albariño helado o una Estrella Galicia congelada entran la mar de bien.
Y si os interesa quedaros a dormir en este rincon de Santiago hay un par de pensiones que están muy pero que muy bien.
Esto es un lujo:
Casas Reais en Costasur
Y esto también:
Pensión Residencia San Martiño Pinario Costasur
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